Coincidiendo con la reapertura de los Templos al Culto; se ha procedido al cambio de la Virgen de la Estrella; que desde que se inició el Estado de Alarma por el Coronavirus permanecía vestida de Hebrea para el periodo de Cuaresma.

Nuestra Titular luce en una de sus manos, un pañuelo negro en señal de luto en recuerdo de todos los difuntos y en especial por nuestros Hermanos fallecidos durante la mencionada pandemia; acorde con la profunda tristeza del prototipo representado, expresión de dolor por los seres queridos. Nuestra Madre nos recuerda de esta forma nuestro deber como católicos de orar por todas las personas fallecidas y el dolor de sus familiares. 

Queremos dar las gracias igualmente a su vestidor David Pérez Gavilan por el trabajo realizado a nuestra Madre.

Una vez más pedimos a nuestros Titulares por la salud de los enfermos, y el deseo de que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.